martes, abril 09, 2013

Cómo Guiar a Otros a Lograr Resultados Sobresalientes

He traducido los diez puntos de la filosofía de Marva Collins. Son una joya para los maestros que quieren hacer una diferencia en la vida de los alumnos.

Para los dirigentes, esta lista puede convertirse en un decálogo de la buena dirección. Basta con sustuituir la palabra "alumnos" por "colaboradores". Intentalo, te sorprenderá.

Puedes acceder al video donde Tal Ben Sahar presenta el caso de Marva en la siguiente liga:
https://www.youtube.com/watch?v=xjSKEnC2ZSM
     

Diez Principios Básicos de la Buena enseñanza

Extracto de “The Marva Collins Way”

1.      Fe.- Así como la fe mueve montañas, La fe que tengas en tus alumnos los llevará a alturas inimaginables.

2.      Cosecha.- Cada día y todos los días has la cosecha de grandes alumnos. Niégate a dejar que tus alumnos fallen.

3.      Fidelidad.- Insiste en que sus alumnos realicen fielmente cada pequeño acto. La manera en la que entran en el salón, cómo mantienen sus escritorios, cómo presentan sus trabajos, la manera en la que hacen todas esas cosas debe ser con compromiso. Conseguir hacer las pequeñas cosas hace más fácil conseguir las grandes.

4.      No sea un Judas.- Nunca traiciones la confianza de tus alumnos. Tu eres su maestro la mayor parte del tiempo, pero debes ser su amigo todo el tiempo. Así que por ejemplo, nunca escribas comentarios negativos en sus historiales que puedan dañarles en el futuro, mejor tómate el tiempo de pulir cada mente hasta que salga el brillo. El alumno problema de hoy puede convertirse en el líder de mañana.

5.      Enseña incluso al más insignificante.- Enseña como si cada alumno, sin importar sus antecedentes y condiciones familiares, fuera el hijo o la hija de un egresado de Harvard o Yale.

6.       Enseña por no poderlo evitar, no por lo que te estén pagando.- Enseña con pasión. Enseña con devoción, con dedicación y con una determinación de acero que no permita a sus alumnos hundirse en el fracaso o la mediocridad.

7.      Vaya a las escuelas y esparza su evangelio.- Enseña tan bien y tan fervientemente que incluso el estudiante más reacio deje su indiferencia y se motive.

8.      Enseñe como si tu vida dependiera de ello.- Las actitudes positivas son contagiosas. Cuando tú haces que una lección cobre vida con lo que llamo “hot teaching”, cada niño se convierte en un triunfador.

9.      Ve como un maestro que está ahí para salvar a los estudiantes, no para reprobarlos.- Cualquier maestro ordinario puede reprobar a algún estudiante. Los maestros superiores hacen de los alumnos pobres alumnos buenos, y de los alumnos buenos alumnos superiores. Si otros han etiquetado a un niño como un fracaso, atrévete a decir: “Seré el que te salve”.

10.   Nunca te rindas.- Si al principio no lo logras con algún niño, sigue intentándolo, sabiendo que un esfuerzo más puede hacer toda la diferencia.