Para los dirigentes, esta lista puede convertirse en un decálogo de la buena dirección. Basta con sustuituir la palabra "alumnos" por "colaboradores". Intentalo, te sorprenderá.
Puedes acceder al video donde Tal Ben Sahar presenta el caso de Marva en la siguiente liga:
https://www.youtube.com/watch?v=xjSKEnC2ZSM
Diez Principios Básicos de la Buena enseñanza
Extracto de “The Marva Collins Way”
1.
Fe.- Así
como la fe mueve montañas, La fe que tengas en tus alumnos los llevará a alturas
inimaginables.
2.
Cosecha.- Cada
día y todos los días has la cosecha de grandes alumnos. Niégate a dejar que tus
alumnos fallen.
3.
Fidelidad.- Insiste
en que sus alumnos realicen fielmente cada pequeño acto. La manera en la que
entran en el salón, cómo mantienen sus escritorios, cómo presentan sus trabajos,
la manera en la que hacen todas esas cosas debe ser con compromiso. Conseguir
hacer las pequeñas cosas hace más fácil conseguir las grandes.
4.
No sea un Judas.- Nunca
traiciones la confianza de tus alumnos. Tu eres su maestro la mayor parte del
tiempo, pero debes ser su amigo todo el tiempo. Así que por ejemplo, nunca
escribas comentarios negativos en sus historiales que puedan dañarles en el
futuro, mejor tómate el tiempo de pulir cada mente hasta que salga el brillo.
El alumno problema de hoy puede convertirse en el líder de mañana.
5.
Enseña incluso al
más insignificante.- Enseña
como si cada alumno, sin importar sus antecedentes y condiciones familiares,
fuera el hijo o la hija de un egresado de Harvard o Yale.
6.
Enseña por no poderlo evitar, no por lo que te
estén pagando.- Enseña
con pasión. Enseña con devoción, con dedicación y con una determinación de
acero que no permita a sus alumnos hundirse en el fracaso o la mediocridad.
7.
Vaya a las escuelas
y esparza su evangelio.- Enseña
tan bien y tan fervientemente que incluso el estudiante más reacio deje su
indiferencia y se motive.
8.
Enseñe como si tu
vida dependiera de ello.- Las
actitudes positivas son contagiosas. Cuando tú haces que una lección cobre vida
con lo que llamo “hot teaching”, cada niño se convierte en un triunfador.
9.
Ve como un maestro
que está ahí para salvar a los estudiantes, no para reprobarlos.- Cualquier
maestro ordinario puede reprobar a algún estudiante. Los maestros superiores
hacen de los alumnos pobres alumnos buenos, y de los alumnos buenos alumnos
superiores. Si otros han etiquetado a un niño como un fracaso, atrévete a
decir: “Seré el que te salve”.
10.
Nunca te rindas.- Si al
principio no lo logras con algún niño, sigue intentándolo, sabiendo que un
esfuerzo más puede hacer toda la diferencia.